domingo, 9 de mayo de 2010

Con cariño

Gracias mamá

Fue un 6 de diciembre de 1961 cuando después de una conferencia universal de ángeles y arcángeles reunidos en torno a nuestro Señor decidieron enviar una niña a dar ejemplo en esta tierra, una flor en medio del desierto, un tulipán americano, un cisne plateado y aún más que eso, una diosa terrenal a quien dotaron de suma bondad, inteligencia, sabiduría y belleza. Merecerá el nombre de “la que es grande, la que se consagra a Dios”, y es que ella Le tiene tanta fe y es tan importante en un mundo como este, Irma.
Mi mamá es mi mamá. Ella es nuestro ejemplo de vida, nuestra guía, y ayuda incondicional, nuestro bastón cuando tropezamos, nuestra carta de paz cuando nos hace falta y nuestra maestra cada vez que erramos, ¡ah! y su sonrisa nuestro regalo, el mejor regalo que puedo pedir, su felicidad transmitida a través de una gran sonrisa, una de satisfacción, de alegría o de amor.
Mami, tú no eres como aquellas a las que llaman “las más lindas”, tú eres especial, sabes que sin ti yo no estaría aquí, sin ti mi vida no seria tan feliz, sin ti no seria lo que soy, sin ti moriríamos entes de iniciar la lucha, antes de germinar de la semilla. Ma, eres nuestro soporte y “Pilar”, la madre más dichosa y yo el hijo más afortunado porque te tengo, aún no te he perdido, te amo y te lo quisiera demostrar más seguido, siempre, porque madre solo hay una en esta tan corta vida y Dios me ha bendecido otorgándome a ti, ¿que más regalo puedo pedir?, ¿los que tú me haces?, no, tu maravillosa existencia ya es una fortuna encontrada al final del arco iris que es tu vida.
Mami tu eres nuestro ángel de la guarda terrenal, María fue tu maestra, tu me lo haz demostrado. Ma hoy es el día de la madre, un día más para pasarlo en familia, y ¿sabes porque?, porque para mi todos los días son tu día, y este y tu cumpleaños día sobre día. Ni la gota mantenida cristalina en medio de este mundo puede compararse a tu pureza; el amarillo de tus favoritos, los tulipanes, el bagaje de colores de las begonias, las margaritas y las rosas no se comparan con tu belleza; la mansa oveja no iguala tu bondad; la caridad del peregrino, tu fe, ni los gigantescos y fantásticos vestigios humanos tu magnificencia y postura de bien y esplendor, ese esplendor que me irradia e irradia nuestra casa, nuestra familia, a la grande y la chiquita, la chica integrada por tres de tus vasallos y la grande por miles de tu ejército glorioso de paz, esperanza y sin embargo de fuerza y tenacidad, eres un ejemplo de blanco de valores, no como el sol, pues el astro rey es amarillo, rojo, anaranjado; no como los campos, verdes; el cielo, celeste, turquesa y azul; no; tú eres otro color, otro ser, otro planeta, aunque un mini ma la più bella di tutta la Terra.
El amor que nos das día a día, mami, te prometo te será recompensado, el esfuerzo y dedicación a nuestro cuidado, el sacrificio que haces por nosotros tus hijos, ten por seguro no es en vano. Mami yo te quiero como sé que mucha gente también, pero yo te quiero más, ¡cuántas galaxias más tendrán que descubrir los astrónomos para encontrar el nombre de la estrella exacta hasta la cual llega mi amor, mi gratitud y recompensa! Dios te hizo así y por eso amo a Dios, La Virgen te dotó de gran parte de su belleza y por ello la adoro, “mamá” esa palabra tan bella que todo el mundo puede pronunciar, la diferencia es que algunos solo la nombran, otros como tu cholito la adornan -y con razón- de indescriptibles versos.
Feliz día no, más bien gracias mamá por ser como eres, por ser mi mamá. Hoy te recitaré los versos de los salmos, hoy en uno más de tus días, hoy en el día de las hadas, como lo eres tú Irma Morales…(Oscar Daniel Paiba Morales, Corresponsal escolar Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario